jueves, 19 de enero de 2012

La Dieta de un Paciente Diabético




La dieta es un componente vital del programa para el control de la diabetes. El grupo de profesionales que sigue su diabetes, van a guiarlo en el desarrollo de un plan de alimentación personalizado, para ayudarlo a obtener niveles apropiados de glucemia, colesterol y triglicéridos (tipos de grasas) en la sangre. Si usted tiene diabetes mellitus no insulinodependiente (tipo 2), el adherirse a su plan alimentario lo ayudará a mantener un peso correcto, y hará un balance entre los alimentos y la insulina que su cuerpo es capaz de producir. Si usted tiene diabetes insulinodependiente (tipo 1), es muy importante que se adhiera a su plan de alimentación, para asegurar un balance entre la insulina inyectada y el alimento que ingiere.

La Dieta de un Paciente Diabético

La dieta ideal es una dieta balanceada que se ajuste a sus necesidades, gustos, nivel de actividad física y estilo de vida. Los horarios , tipos, y cantidad de comida serán planeados y ajustados especialmente para usted. Es conveniente que trate de aprender un poco acerca de principios de nutrición, y será probable que deba hacer algunos ajustes en sus hábitos alimentarios. Cuanto mejor comprenda su dieta y los principios en que se basa, mayor será la flexibilidad que podrá disfrutar. La dietista es la persona indicada para ayudarlo a comenzar el camino hacia una nutrición adecuada y buena salud. Este (o esta) profesional puede también ayudarlo a modificar sus recetas favoritas para que se adapten a su plan. Recuerde que las necesidades que usted tiene con respecto a su dieta no son como las de todo el mundo. Por eso es que la ayuda de la dietista es tan importante. Una vez que comprenda sus necesidades nutritivas, usted mismo será capaz de diseñar sus propios menús y de tomar decisiones importantes con respecto a su dieta.

Principios Básicos de Nutrición para Personas con Diabetes

A pesar de que los alimentos en general contienen muchos nutrientes, es más fácil recordarlos si los separamos en tres grupos: carbohidratos, proteínas y grasas.

  • Carbohidratos Estos alimentos incluyen pan, papas, arroz, galletitas, azúcar, frutas, verduras y pastas. Cuando son digeridos, los carbohidratos proveen energía.
  • Proteínas Estos alimentos incluyen la carne de res, pollo, pescado, huevos, queso, frijoles (porotos) secos y otras legumbres. Cuando son digeridos, las proteínas se usan para los procesos de reparación del cuerpo. Algunas proteínas también pueden usarse para producción de energía.
  • Grasas Estos alimentos incluyen mantequilla, margarina, aceite, crema, panceta y nueces. Cuando son digeridas, las grasas son depositadas en las células grasas, o son usadas más tarde, si es necesario, para producir energía.

Su plan de alimentación deberá contener alimentos pertenecientes a estos tres grupos, en cantidades que promoverán un buen control de su diabetes, a la vez que proveerán energía adecuada y material con el cual reparar y mantener el cuerpo.

Calorías

Una caloría es una unidad de calor que se usa para expresar la capacidad de producir energía que tiene un alimento. Su dietista calculará cuántas calorías usted necesita cada día, y de qué grupo de alimentos deben ser obtenidas. Esto se hace teniendo en cuenta su peso, altura, nivel de actividad física, necesidades para el crecimiento (si todavía está en edad de crecer), metabolismo, y su estilo de vida en general. Por ejemplo, una persona joven y activa que tiene un peso normal necesita mas calorías que una persona ya mayor, inactiva o que tenga exceso de peso. Recuerde que si usted ingiere mas calorías que las que necesita para producir energía, esas calorías serán almacenadas por el cuerpo en forma de grasa.

Obesidad

Si el caso es que usted tiene exceso de peso, su meta principal debe ser bajarlo. Usted puede perder peso si ingiere menos calorías de las que gasta para el nivel normal de actividad, y también si aumenta la cantidad de ejercicio que hace. Medio kilo de grasa equivale a 3500 calorías. Para perder medio kilo por semana, deberá comer 500 calorías menos por día que las que gaste (500 calorías 7 días= medio kilo). Si eso le parece que es demasiada dieta para tan poca pérdida de peso, recuerde que medio kilo por semana hará que en un año, usted pierda 26 kilos. Pero es necesario hacerlo en forma continuada. Para alcanzar un peso saludable, es necesario que desarrolle hábitos de alimentación saludables, y para mantener el peso logrado, deberá continuar esos hábitos.

Sea realista. Hacer un cambio radical en la vida toma su tiempo. Anote su peso en forma diaria, y así se dará cuenta cuándo está haciendo progresos y cuándo no. No se preocupe si es que a veces da un paso atrás. No se culpe a sí mismo si come de más un día, o si gana un kilo que usted pensaba, había perdido para siempre. Trate de identificar el motivo por el cual perdió el control, y comienze de nuevo.

Guía para una alimentación más saludable

Aquí enumeramos algunas cosas muy simples que puede hacer para que su dieta sea mas fácil de seguir:

  • Planee sus comidas de manera que estén compuestas de ingredientes saludables, y no solamente lo que es más fácil, o lo que encuentra en el refrigerador .
  • Pienseantes de comer, en vez de arrasar con el contenido del refrigerador cada vez que tiene hambre.
  • Use unplato mas pequeño, de manera que sus porciones no sean tan grandes.
  • Mastique lenta y completamente, saboreando cada bocado, en vez de comer lo más que puede en el menor tiempo posible.

Los consejos que siguen a continuación, son un poco más complicados, pero vale la pena el esfuerzo.

Continuar leyendo aqui Consejos para prevenir y mantenimiento del Diabético

lunes, 14 de noviembre de 2011

Habrá 522 millones de diabéticos en 2030



La Federación Internacional calculó que uno de cada diez adultos padecerá la enfermedad. Apuntan a lavida sedentaria y la obesidad.

Las estimaciones de la FIA muestran un panorama poco alentador: una de cada diez personas padecerá diabetes en 2030, es decir, 522 millones, según un estudio de dicha entidad.

La cifra, calculada en base a factores como el envejecimiento y cambios demográficos, incluye los dos tipos de diabetes -el 1 y el 2-. No toma en cuenta la creciente obesidad y la vida sedentaria, que podrían potenciar el número de diabéticos.

De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), existen en el mundo 346 millones de personas con diabetes, más del 80% de ellas en el llamado mundo en desarrollo. Según la FIA, en esos países, el crecimiento en 20 años será del 90 por ciento.

Además, la OMS advierte que la muerte por diabetes puede aumentar al doble para 2030 y coincide con los datos de la FIA.

"Es una cifra creíble, pero no podemos decir aún si es correcta o no", aclaró la jefa de la unidad de diabetes de la OMS, Gojka Roglic.

Roglic indicó que el proyectado aumento en los casos se debía más al envejecimiento de la población que a un aumento de la obesidad. La mayoría de los casos es del tipo 2, que afecta principalmente a las personas a partir de la edad mediana y está vinculado a aumentos de peso y vida sedentaria.

Por otro lado, en el Día Mundial de Diabetes, Roglic remarcó que un número importante de los casos futuros de diabetes son evitables. "Es preocupante, porque esas personas van a tener una enfermedad que es grave, debilitante y que acorta sus vidas, pero no tiene que suceder, si se toman las medidas adecuadas", resaltó.

jueves, 21 de julio de 2011

Tratamiento con incretinas de la diabetes 2

03 ENE 11 | Nuevos mecanismos terapéuticos
Tratamiento con incretinas de la diabetes 2
El tratamiento basado en las incretinas brinda una nueva dimensión a nuestra capacidad para tratar la diabetes tipo 2.

Dra. Laurence Kennedy
J Med Vol 76-Sup 5. Dec 2009

Pasó casi una década del siglo 21, y la epidemia mundial de diabetes—que se aceleró en la década de 1970—no muestra signos de desaceleración. Al mismo tiempo, las ideas sobre la diabetes mellitus tipo 1 y 2 (DMT2) han aumentado a un ritmo igualmente rápido.

A principios de la década de 1970, todavía no estaba claro si el control glucémico haría una gran diferencia en el largo plazo a favor del bienestar de las personas con diabetes, excepto para aliviar los síntomas de la hiperglucemia y disminuir el riesgo de cetoacidosis diabética o de a hiperglucémico hiperosmolar no cetónico. Se expresó la preocupación por la relación riesgo/beneficio de los fármacos antidiabéticos de manera que no hay nada nuevo bajo el sol!, expresa el autor de estos comentarios. Los fármacos disponibles en Estados Unidos se limitaron a la insulina y las sulfonilureas. El resto del mundo también tenía acceso a la metformina, pero, en verdad, su potencial fue subestimado hasta mucho más tarde.

Reconocimiento del valor del control glucémico

Fuera de este entorno de incertidumbre científica se realizaron dos ensayos clínicos que pusieron fin al debate sobre el valor del control de glucémico: el Diabetes Control and Complications Trial (DCCT) , para la diabetes tipo 1 y el United Kingdom Prospective Diabetes Study (UKPDS), para la diabetes tipo 2.

La realización de estos ensayos facilitó la demostración oportuna de la utilidad de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) como una medida objetiva del control de la glucemia y la microalbuminuria como un marcador de nefropatía temprana.

Los informes finales de ambos estudios (DCCT y KPDS) publicados en la década de 1990 establecieron el papel del control glucémico en la reducción del riesgo de retinopatía, neuropatía y nefropatía, las complicaciones microvasculares de la diabetes. Además, el UKPDS demostró que en la diabetes tipo 2, el manejo de la hipertensión fue al menos tan importante como el control de la glucemia, con respecto a la reducción del riesgo de complicaciones microvasculares.

Ni el DCCT ni el UKPDS fueron diseñados para determinar inicialmente si el control glucémico era un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, sin embargo, la vigilancia a más largo plazo de las cohortes de pacientes ha dado sus frutos en este sentido. Los informes de ambos estudios han demostrado que los esfuerzos para el control precoz de la glucemia durante la evolución de la diabetes son recompensados muchos años más tarde por una disminución del riesgo de eventos cardiovasculares y muerte. Esto es cierto incluso cuando el excelente control glucémico logrado al principio no se mantiene en forma indefinida. También ha sido ampliamente comprobado que el manejo de la diabetes y la prevención de las enfermedad microvasculares y cardiovasculares como principales objetivos implica mucho más que una simple preocupación por el control glucémico.

Nuevas opciones terapéuticas

Coincidiendo con los estudios DCCT y UKPDS, en la década de 1970 también hubo avances considerables en el terreno terapéutico, con el desarrollo de nuevas clases de agentes antidiabéticos destinados al tratamiento de la diabetes tipo 2. Estos antidiabéticos incluyen las tiazolidinadionas (TZD), los inhibidores de la α-glucosidasa, los secretagogos de insulina no sulfonilurea (también conocidos como glinidas), y, más recientemente, los medicamentos a base de incretinas.

El comprensible entusiasmo por aprovechar estos nuevos medicamentos sin haber explorado hasta ahora sus vías y mecanismos es inevitable pero al mismo tiempo está equilibrado por el conocimiento de sus efectos adversos identificados o a veces imprevistos. Algunos de los efectos adversos asociados típicamente con los medicamentos antidiabéticos utilizados, antes de disponer del tratamiento con incretinas, son la hipoglucemia, el aumento de peso y la retención de líquido; todos estos efectos son percibidos como capaces de aumentar el riesgo del mismo problema que estamos tratando de evitar: la morbilidad y la mortalidad cardiovascular en la diabetes.

Tal es la preocupación acerca de este riesgo—identificado, con razón o sin ella, en el polémico metaanálisis de ensayos clínicos sobre la rosiglitazona—que la Food and Drug Administration de Estados Unidos ahora requiere nuevas normas para los fármacos antidiabéticos: no solo deben ser efectivos parra el control de la glucemia sino que también deben mostrar que no aumentan el riesgo cardiovascular. La exigencia debe ser cumplimentada a través de estudios científicos previos a la aprobación, seguidos de estudios poscomercialización, para demostrar la ausencia de riesgo cardiovascular

Por su modo de acción, las incretinas no influyen en el peso corporal o promueven la pérdida de peso, y tienen poca probabilidad de provocar hipoglucemia, y, como se muestra hasta ahora, no se relacionan con la retención de líquido y el mayor riesgo de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, la vigilancia continua respecto del riesgo cardiovascular será importante para los nuevos tratamientos con incretinas.

La función de las células ß sigue siendo un desafío

Otro aspecto de la DMT2 destacado por el estudio UKPDS es el grado de pérdida de la función de las células ß pancreáticas (generalmente alrededor del 50% o más en el momento del diagnóstico clínico), y la constante disminución posterior de la función. Esto, tanto como la fatiga comprensible respecto de la modificación del estilo de vida que deben experimentar los seres humanos, dan cuenta del fracaso frecuente de la monoterapia con antidiabéticos orales o la terapia dual para mantener el control satisfactorio de la glucemia a lo largo de los años. El alivio de la hiperglucemia por cualquier medio en el momento del diagnóstico, conduce generalmente a una mejoría temporal en la función de células beta, pero la posibilidad de frenar o incluso de invertir a largo plazo su disminución ha sido un objetivo terapéutico difícil de alcanzar.

Aunque la evaluación cuantitativa directa de la función de las células beta pancreáticas en el ser humano es difícil en la práctica habitual o fuera de los protocolos de investigación, un ensayo aleatorizado que comparó diferentes monoterapias para la diabetes tipo 2 mostró que durante varios años, el aumento de la HbA1c fue más gradual con la rosiglitazona que con la glibenclamida o la metformina, lo que sugiere que, al menos comparativamente con la metformina y las sulfonilureas, las TZD pueden tener algunos beneficios a más largo plazo, respecto de la función de las células beta.

Los tratamientos basados en la incretina pueden ayudar a preservar o mejorar la función de las células ß, según surge de estudios en animales pero demostrar que lo mismo sucede en los seres humanos será mucho más difícil. Un estudio aleatorizado reciente en pacientes con diabetes tipo 2 que ya están tomando metformina demostró que el agregado de exenatida durante 1 año dio como resultado una mejoría en la función de las células ß, evaluada por la respuesta del péptido C a la glucosa y la arginina durante un combinado de hiperinsulinemia-euglucemia y el procedimiento de clampeo hiperglucémico. La mejora fue evidente en comparación con la función basal y la de los pacientes elegidos al azar para recibir la insulina glargina, además de la metformina, durante un año. Sin embargo, 4 semanas después se interrumpió la administración la exenatida y de insulina glargina, debido a que la función de las células ß pancreáticas había vuelto al nivel de pre-tratamiento y no se hallaron diferencias significativas en los dos grupos de pacientes. Por otra parte, 3 meses después de la interrupción del tratamiento, los niveles de HbA1c habían disminuido durante el año en igual medida en ambos grupos de pacientes y habían vuelto a los niveles previos al tratamiento. Los investigadores reconocieron que en su estudio era imposible discriminar entre los efectos agudos y a largo plazo de la exenatida sobre la función de células ß. Así que, en opinión del autor de este artículo editorial, todavía persiste el reto de demostrar que efectos significativos a largo plazo tienen las incretinas sobre la función de células ß. “Dicho esto,” dice el autor, “no hay duda de que el tratamiento basado en las incretinas brinda una nueva dimensión a nuestra capacidad para tratar la diabetes.”

♦ Traducción: Dra. Marta Papponetti. Esp. Medicina Interna

Referencias

1. The Diabetes Control and Complications Trial Research Group. The effect of intensive treatment of diabetes on the development and progression of long-term complications in insulin-dependent diabetes mellitus. N Engl J Med 1993; 329:977–986.
2. UK Prospective Diabetes Study (UKPDS) Group. Intensive blood-glucose control with sulphonylureas or insulin compared with conventional treatment and risk of complications in patients with type 2 diabetes (UKPDS 33). Lancet 1998; 352:837–853.
3. UK Prospective Diabetes Study (UKPDS) Group. Effect of intensive blood-glucose control with metformin on complications in overweight patients with type 2 diabetes (UKPDS 34). Lancet 1998; 352:854–865.
4. Nathan DM, Cleary PA, Backlund JY, et al. Intensive diabetes treatment and cardiovascular disease in patients with type 1 diabetes. N Engl J Med 2005; 353:2643–2653.
5. Holman RR, Paul SK, Bethel MA, Matthews DR, Neil HA. 10-year follow-up of intensive glucose control in type 2 diabetes. N Engl J Med 2008; 359:1577–1589.
6. Nissen SE, Wolski K. Effect of rosiglitazone on the risk of myocardial infarction and death from cardiovascular causes. N Engl J Med 2007; 356:2457–2471.
7. UK Prospective Diabetes Study Group. UK prospective diabetes study 16: overview of 6 years’ therapy of type II diabetes: a progressive disease. Diabetes 1995; 44:1249–1258.
8. Kahn SE, Haffner SM, Heise MA, et al. Glycemic durability of rosiglitazone, metformin, or glyburide monotherapy. N Engl J Med 2006; 355:2427–2443.
9. Baggio LL, Drucker DJ. Biology of incretins: GLP-1 and GIP. Gastro enterology 2007; 132:2131–2157.
10. Bunck MC, Diamant M, Cornér A, et al. One-year treatment with exenatide improves beta-cell function, compared with insulin glargine, in metformin-treated type 2 diabetes patients: a randomized, controlled trial. Diabetes Care 2009; 32:762–768.

Que es la Diabetes de tipo 2 ?


El diagnóstico de la diabetes tipo 2 es cada vez más común en niños y adolescentes xestadounidenses, especialmente en quienes son obesos. Algunos estudios muestran que entre el 8 y 45% de los niños que han sido recientemente diagnosticados con diabetes tienen el tipo conocido como 2, dependiendo de la situación geográfica y el grupo racial/étnico.

La diabetes es una condición crónica que necesita atención cuidadosa, pero con algo de conocimiento práctico, usted puede hacer que su hijo sea su aliado más importante para aprender a vivir con la enfermedad.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad que afecta el modo en que el cuerpo humano usa la glucosa, forma principal de azúcar en la sangre. La glucosa proviene de los alimentos que consumimos y es la mayor fuente de energía necesaria para desarrollar las funciones del cuerpo humano.

Después de que usted consume una comida, su organismo desmenuza los alimentos y los transforma en glucosa y otros nutrientes que son absorbidos en el flujo sanguíneo desde el tracto gastrointestinal. El nivel de glucosa en la sangre sube después de una comida y pone en funcionamiento al páncreas que genera la hormona insulina y la libera en el flujo sanguíneo. Pero en las personas con diabetes, el cuerpo está impedido de producir o reaccionar a la insulina adecuadamente.

La insulina trabaja como una llave que abre las puertas de las células y permite el ingreso de la glucosa. Sin la insulina, la glucosa no puede llegar hasta las células (las puertas permanecen "cerradas" y no hay una llave para abrirlas) de manera que se queda en el flujo sanguíneo. Como resultado, el nivel de azúcar en la sangre alcanza niveles más altos que lo normal. Los niveles elevados de azúcar representan un problema porque pueden provocar varias complicaciones de salud.

miércoles, 29 de junio de 2011

La diabetes tipo 2 puede combatirse con una dieta de 600 calorías


29-06-2011 15:23

La diabetes del tipo 2 puede eliminarse en solo siete días con una dieta diaria de 600 calorías, según un científico de la Universidad de Newcastle.

El profesor Roy Taylor, director del centro de resonancia magnética de esa Universidad inglesa, sometió durante ocho semanas a once voluntarios a los que se había diagnosticado recientemente la enfermedad a una dieta extrema de bebidas especialmente formuladas y verduras sin almidón.

Después de una semana, los niveles de azúcar en la sangre antes del desayuno habían vuelto a la normalidad, lo que indicaba que el páncreas y el hígado estaban funcionando normalmente.

Al cabo de ocho semanas, todos los voluntarios habían conseguido eliminar su diabetes, y tres meses después, siete de ellos seguían libres de la enfermedad.

Según Taylor, que presenta este fin de semana su descubrimiento en una conferencia de la Asociación Americana contra la Diabetes en San Diego (California, EEUU) un exceso de grasa obstaculiza el funcionamiento del páncreas a nivel celular e impide la normal secreción de insulina que regula el azúcar en la sangre.

Cuando, gracias a esa dieta especial se elimina la grasa, el órgano en cuestión recupera su normal funcionamiento.

Hasta fecha reciente se creía que la diabetes tipo 2, la más usual, era irreversible, pero el científico británico afirma haber demostrado que puede invertirse ese proceso.

La idea de someter a los diabéticos a esa dieta le vino al comprobar que en los pacientes sometidos a un bypass gástrico solía desaparecer la diabetes de ese tipo.

Muchos creían que ello se debía a que la intervención quirúrgica afectaba a las hormonas del intestino, lo que tenía un impacto derivado en el páncreas.

Sin embargo, el profesor Taylor aventuró la hipótesis de que ello podía deberse a que la cirugía obligaba a los enfermos a una estricta limitación dietética.

Según el científico, los escáneres MRI efectuados a los voluntarios mostraron que la proporción de grasa en sus páncreas cayó de un 8 a un 6 % en las ocho semanas del experimento.



Fuente: ANDES

lunes, 1 de noviembre de 2010

La diabetes afecta al 5% de adultos

La diabetes afecta al 5% de adultos
La enfermedad está asociada a la herencia y es agravada por la obesidad
Redacción Guayaquil






Pacientes del club de diabéticos del Teodoro Maldonado Carbo se ejercitan bajo la dirección del terapista físico Marcelo Rizzo.
Infografía
Gráfico relacionado
La diabetes afecta al 5% de adultos


José Panchana Lara, de 74 años, reposa en una cama, en la sala de endocrinología del hospital Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil. Cuenta que le picó un bicho y se le hinchó la mano, luego “se me hizo como unas ampollas en el brazo”. En alguien sano la picadura se habría curado espontáneamente, pero él padece diabetes tipo II desde hace 12 años.

En Ecuador, “del 3 al 5% de la población adulta padece del mal”, afirma el Dr. Miguel Pasquel, miembro de la Asociación Americana de Diabetes, y también de la europea. El endocrinólogo añade que la mitad de estos casos “estaría sin diagnosticar”.

Según el Ministerio de Salud Pública, la diabetes es la tercera causa de muerte en el país. “El diabético no controlado se expone a muchas complicaciones”, indica la nutricionista Gladys Nájera de Carvajal, en el área asignada al club de diabéticos del Maldonado Carbo.

La retinopatía diabética, que llega a causar ceguera; la neuropatía diabética, que aumenta el riesgo de úlceras en los pies; la insuficiencia renal y cardiopatías son las principales amenazas que rondan a los diabéticos.

Peligro de amputaciones

Panchana atribuye a un “mal médico” la remoción de cuatro dedos de su pie derecho, unos siete años atrás. “Se me hizo una llaga en un dedo, se me reventó; me pusieron inyecciones, no me hicieron efecto; recurrí al IESS, pero ya fue tarde”.

Los pacientes “pierden cierta sensibilidad en sus extremidades. Les enseñamos cómo asearse, a medir su glucosa”, explica la Lic. Amalia Sipión. Ella es una de las dos enfermeras educadoras que conforman el equipo médico del club, junto con una endocrinóloga, una nutricionista, una psicóloga y un terapista.

“Tienen que revisar diariamente sus pies y su calzado, que debe ser suave, cerrado, cómodo, usar medias limpias sin costura, pues una pequeña lesión o ampolla podría infectarse y llegar a una amputación, algo que se suele ver a diario”, agrega.
Dos, del medio centenar de pacientes reunidos en el club, están en silla de ruedas, con sus piernas amputadas.

El pilar del control de la enfermedad es la nutrición. “Esta enfermedad se da más por herencia que por obesidad, pero ahora que es la epidemia silenciosa debemos disminuir el peso en la población. Por desgracia lo más económico aquí son los hidratos de carbono”, lamenta Nájera.

“El diabético puede consumir casi de todo, pero en menor cantidad, y debe dejar el azúcar, el alcohol, el cigarrillo”, añade. El plan de alimentación que se les da como guía es de 1.500 calorías, repartidas en tres comidas principales y seis colaciones. Carnes sin piel; leche semidescremada; arroz integral; salvado; vegetales; caldo desgrasado, nada frito... figuran en él.

“Lo ideal es que toda la familia coma lo mismo”, afirma la nutricionista. Debido al factor hereditario en la enfermedad, “es fundamental que el paciente conozca cómo se puede prevenir en sus hijos”, indica la endocrinóloga Leonor Torresano de Ronquillo, del equipo.

Además de una dieta saludable, la actividad física regular contribuye a reducir el riesgo de desarrollar el mal, y a su control.

Puede ser controlada

Aunque no es curable “se la puede tener perfectamente controlada, es decir que los valores de glicemia (azúcar) pueden estar dentro de lo normal, entre 70 y 110”, asegura Torresano.

Si usted se ha hecho una prueba de glucosa (azúcar) en sangre sin preparación y el resultado es de 185 o más, o se ha hecho una prueba en ayunas cuyo resultado es de 126 o más, entonces tiene diabetes.

Otros exámenes, como el de la resistencia a la glucosa, pueden determinar un estado prediabético. Según el caso, y tomando medidas correctivas, se puede evitar la diabetes, o retardar años su aparición.

El cambio en el estilo de vida luego del diagnóstico de diabetes golpea a muchos. “He tenido pacientes que guardan como un secreto la enfermedad a familiares, amigos, por temor a no ser invitados, pues saben que deben guardar un régimen alimenticio”, cuenta la psicóloga clínica del club, Rosa Helena Cepeda.

En medio de estados de depresión que describe, admite que “vienen pensamientos suicidas, por ejemplo cuando un paciente está a un paso de una amputación. Algunos lo han intentado”. En estos casos ella trabaja con los familiares para evitar que la intención se consume.

Por casos como estos el programa para diabéticos del hospital, creado hace más de 20 años, privilegia las actividades recreacionales y la interacción grupal.

En la terraza de Maldonado Carbo, el grupo se ejercita bajo las instrucciones de su fornido terapista físico, Marcelo Rizzo.

“Son ejercicios terapéuticos de bajo impacto, pues en ellos hay también enfermedades como artrosis, artritis, y son de la tercera edad”, explica. Las prácticas buscan mejorar la “condición orgánica, cardiovascular del paciente, y sobre todo darle recreación, eso les estimula”, dice al cierre de la sesión.

“Guararé, guararé, guararé, la azúcar me está matando, guararé, guararé, guararé, en un hospital sentado, allí fue que me enteré”, quedan entonando los pacientes en una ronda, tomados de las manos. (ES)

Estrategia nacional
Se promueve más atención
y cambio en estilos de vida


Con más de 180 millones de diabéticos, y previsiones de que esta cifra crecerá a más del doble dentro de las próximas dos décadas, esta enfermedad es una de las mayores amenazas para la salud pública de la población mundial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que la prevalencia de la diabetes entre la población adulta alcance un 6,4% para 2030, un 60% más que en 1995.
La magnitud del problema requiere de grandes medidas poblacionales que logren reducir los niveles de obesidad, así como la inactividad física.

En Ecuador no existen cifras oficiales sobre la prevalencia de este padecimiento.
Las que recoge el Ministerio de Salud Pública (MSP) no son representativas, pues se limitan a los ingresos por complicaciones relacionadas con la diabetes, en sus centros de salud.

En el departamento de Estadísticas del Teodoro Maldonado Carbo, por ejemplo, solo llevan registro del número de consultas que atienden los endocrinólogos, no los clasifican por patología.

“La diabetes es la enfermedad más frecuente en endocrinología”, afirma la Dra. Leonor Torresano, quien labora en el hospital.

María Fernanda López, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Diabetes, lamenta que “pese a ser una de las principales causas de muerte en el país (tercera), no tenemos ayuda estatal”.

En el sistema de salud público, la diabetes está clasificada dentro del Grupo de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT), junto con la hipertensión, diabetes, insuficiencia renal, obesidad y dislipemias (alteraciones de los niveles de grasa en la sangre).

El Programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, del MSP, es el que traza los lineamientos contra este mal. También recae bajo su competencia la prevención de los factores de riesgo para las enfermedades isquémicas del corazón, como mala alimentación, sedentarismo, tabaquismo y alcoholismo

“En estos últimos años hemos trabajado sobre este nuevo problema de la salud pública. Ahora pasamos a la implementación con una fase de capacitación y educación, indica la Dra. Margarita Rodríguez, responsable del Programa.

La estrategia está dirigida a “cambiar un poco la mentalidad de la población, para mejorar lo que es alimentación, actividad física, dejar de fumar, ingerir alcohol”, explica.
Pero no esperan resultados inmediatos del plan preventivo. “No se verán en uno o dos años, sino en diez. Lo que sí es inmediato es para quienes ya tienen diabetes. Para este año, solo en medicamentos ya vamos a hacer las primera adquisición de casi $1 millón”.

Para el caso de personas sin seguro médico, el MSP está coordinando su gestión con un comité nacional para “poder cubrirlos de la manera más eficiente”, afirma.

Dolencia en menores

Menos casos de diabetes infantil

Si para un adulto sobrellevar su diabetes es duro, la que se presenta en niños y adolescentes, la de tipo I, es cruel. Toda su vida deberán inyectarse insulina por lo menos 2 veces al día, y pincharse el dedo como mínimo 4 veces diarias para controlar el nivel de azúcar en su sangre.

La Dra. Susana Parra, endocrinóloga pediatra en el hospital Roberto Gilbert, indica que el niño diabético es aquel que “tiene demasiada sed, orina a cada rato, en la cama, come pero no engorda, se lo ve demacrado, deshidratado”. También se da en menores de 30 años.

La enfermedad se da por la incapacidad del cuerpo para procesar la glucosa, debido a que el sistema inmune ataca a las propias células beta del páncreas, que producen la insulina. Debe haber un factor genético y un desencadenante (infección viral, toxinas), para que se desarrolle esta afección.

Si hay un mal control de la enfermedad, las complicaciones a corto plazo son “la cetoacidosis (falta absoluta o relativa de insulina) y la hipoglicemia (baja de azúcar). A largo plazo, nefropatías y retinopatías”, detalla.

Isabel Cavedo, de seis años, ilustra el caso. Fue ingresada en el Hospital Francisco de Icaza Bustamante con cetoacidosis. Esta condición puede ser mortal por los altos niveles de azúcar y cetonas en la sangre. Un examen de orina determinó su tipo de diabetes. Para Dayse Chusán, endocrinóloga pediatra en este hospital, lo más difícil es decirle a la familia que su hijo es un insulinodependiente.

El factor económico juega su rol, pues acarrea un gasto de “unos $ 65 en insulina al mes. Las jeringas, tiras reactivas, controles diarios de glucosa lo eleva a mínimo $ 80 mensuales”.

Declarada la enfermedad, “el niño y el familiar tienen que aprender a inyectar la insulina y a controlar la diabetes”, explica Parra. “Se les indica que los sitios de aplicación tienen que ser rotativos: brazo, piernita, nalga, alrededor del abdomen; antes del desayuno y la merienda”.

Hay básicamente dos tipos de insulina: la de acción rápida, que empieza a actuar una media hora después; y la de acción prolongada, cuyo efecto dura hasta 24 horas.

La frecuencia en la administración de insulina, su tipo y su dosis, se establece de manera individualizada. Depende del peso, talla y ocasión, pues “tienen que aumentarla cuando hay procesos infecciosos, o mermarla cuando, por ejemplo, van a hacer deporte, pues eso ayuda a bajar sus niveles de glicemia”.

El régimen alimenticio está repartido en tres comidas y dos colaciones, todo balanceado, nada de azúcar, salvo la sintética.

Para enseñar a los niños que hay otros como ellos, para que acepten su diabetes y orientar a los familiares, en el Roberto Gilbert se realizan reuniones trimestrales con los afectados.

Ambas endocrinólogas, las únicas especializadas en niños en Guayaquil y con tres décadas ejerciendo, afirman que ahora se empieza a ver diabetes tipo II en niños. Revisando su computadora, Parra informa que tienen 31 pacientes diabéticos: 28 insulinodependientes, y tres que padecen diabetes tipo II.

viernes, 30 de julio de 2010

7 maneras de evitar la diabetes


Enfrentando la Diabetes en Familia

La diabetes es una enfermedad metabolica que no permite que el cuerpo pueda utilizar adecuadamente los alimentos que se ingiere.

Aparte del tema de la transmision genetica de la diabetes (cada dia mas puesta en duda) esta probado que un control alimenticio es el mejor metodo de luchar contra la aparicion de la diabetes o retrasarla totalmentee

Aqui tienes siete normas basicas que te libraran de ella.

  • 1. Come sano y sabiamente. Comer porciones más pequeñas es una gran manera de perder el peso. Puedes hacerte parecer más usando un plato más pequeño. Evita ir picoteando (snacking) mientras que estás cocinando. No te fuerces a terminar tu plato si no te apetece, mejor dejalo en la nevera para mas tarde . Come el desayuno diario, y hacer tus comidas regularmente y a la misma hora siempre que puedas
  • 2. Limitar tu carne a las aves y a los pescados . Escucha música en vez de ver la TV mientras que estás comiendo. Si estás viendo la TV no te estás enterando de cuánto estás comiendo y acabaras comiendo mas de lo que necesitas
  • 3. Elimina los postres y azúcares refinadas. Si comes fuera, una buena ensalada de primero aplacara mucho tu apetito. El segundo plato compartelo con tu compañero de cena, o pide que te lo envuelvan para llevartelo . Evita todo producto frito o asado con mucha grasa.
  • 4. Escoje los platos caldosos, las caldeiradas, los ranchos y los guisos. Eso evita la utilizacion de aceites o mantequillas
  • 5. Beber un gran vaso de agua antes de comer. Esperar 10 minutos, la sensacion de hambre disminuira mucho
  • 6. Si estás comiendo en un restaurante de comida rápida, elige los alimentos más sanos, tales como pollo asado a la parilla, ensaladas y frutas.
  • 7. Aumenta el ejercicio. Al lado de dieta, el ejercicio es vital especialmente para los diabéticos. Intenta caminar a diario o nadar en tu club local. Hacer caminatas es una manera agradable de hablar con tus amigos y una manera de romper la tension laboral. Si es posible, evitar el ascensor y toma las escaleras siempre que puedas.